ELL@S SABEN POR QUE LO DIGO.
La brisa, que mueve mi flequillo,
los pájaros que cantan como un día mas,
las gentes con sus que aceres cotidianos,
el sonido de mis botas en la baldosa de mármol,
los múltiples sonidos de las hebillas de mi chaqueta,
mis cascabeles,
el humo muerto del existir,
la colilla que se consume al tiempo que la vida.
El falso y estúpido que se acerca a saludar,
y muy interesado pregunta -¿que tal tus padres?-
el recular de la pierna hacia atrás,
el ligero, como el caer de una pluma, movimiento de los brazos,
y el rápido movimiento de la pierna hacia adelante,
el sentir de la suela al impacto con su pecho,
sentir hundirse las costillas.
Primero, su cara de sorpresa,
luego de espanto,
el jadear de su respiración,
la mirada incrédula de la gente.
Los pájaros siguen cantando,
pero nadie parece escucharlos,
quizá le rompí un par de costillas…
que se joda,
Hay tantos a los que desearía hacérselo,
Hay tantos de los que querría ver su estúpida mirada falsa en mi estantería,
Hay tantos a los que patearía asta que alguien me quitara a mi la vida,
Hay tantos tontos.
Acabar con ellos y con migo, me llevaría toda una vida,
Y mi colilla, colgando de mi labio, se sigue consumiendo.
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