Pero a veces el propio recuerdo es mas amargo que la verdad misma, o asi nos engaña nuestro pensamiento para poder estar otro dia mas en este huerto de condenados, en este Getsemaní de espera antes de la consabida crucifixión.
Tengo recuerdos muy dulces, cuasi empalagosos, que ninguna verdad, por certera e hiriente que sea podrá agriar jamas.
La primera vez que conseguí montar en bici, mi primer beso, mi adolescencia desperdiciada , como toda buena adolescencia debe ser. . . ninguno de esos recuerdos se verá afectado por la inopia de estos dias, insulsos y faltos de alma como mi propia alma condenada de antemano, mucho antes de nacer, antes incluso de tener alma. . . y sin embargo
Ningun recuerdo se acerca a la felicidad mañanera de despertar acompañado, de ser el tipo mas fuerte y listo del mundo(de momento), de que simplemente un soplido mio pueda curar la herida mas dolorosa. Temo el dia en que deje de ser dios para convertirme en una simple autoridad burocratica y quejumbrosa, productor mas de engorros que de alegrias, hasta mi muerte . . . que no deseo lejana.
Ángel,
ResponderEliminar"Pues amarga la verdad,
Quiero echarla de la boca" (Quevedo)
No son estos días de tu presente insulsos y faltos de alma, agárralos, vívelos con pasión... son adictivos, son los mejores días de la vida. Yo lo sé... una vez fui una diosa como tu, y ahora debo reconstruirme cada mañana para afrontar estos días insulsos y faltos de alma porque ya no soy LA MADRE
buen post matao, te agarró la inspiración!
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